Con Carlos de Foucauld al encuentro del otro (2)

Texto mensual para reflexionar sobre el tema del Centenario “Carlos de Foucauld – al encuentro del otro”....                                               

1º de enero de 2016 :



Hacía los más abandonados: Los necesitados como Isabel (Lucas 1,1ss) son los más pobres y abandonados de la tierra. Para Carlos está clara su vocación; una y otra vez repetirá en sus cartas que se debe a los desheredados, a los abandonados, a los más pobres, a los menos queridos, a quienes no conocen la luz y la esperanza de Jesús



Debemos amar a todos los hombres como a nosotros mismos, pero debemos inclinarnos sobre todo hacia los miserables, hacia todos los que el mundo olvida, desprecia, rechaza; los pobres, los pequeños, los sufrientes, los ignorantes porque tienen más necesidades y menos recursos… Dios quiere que los que no tienen amigos ni familia en el mundo, encuentren una familia y amigos en aquellos que sirven a Dios, el que se declara especialmente su Padre”


El hermano Carlos buscará y encontrará estos pobres especialmente entre los esclavos (denunciará la práctica de la esclavitud con gran energía ante las autoridades religiosas y políticas, pero ambas acallarán su voz profética), los tuaregs, a quienes dedicará sus mejores valores y energías… Soñará con volver a Marruecos (“en cuyo interior no hay ni un altar, ni se celebra una sola misa, y donde millones de hombres no conocen a Jesús…”) a buscarlos…, pero no podrá alcanzarlos sino por su oración de intercesión.





Podemos resumir de esta manera el talante y las intuiciones apostólicas del hermano Carlos, que creemos que mantiene toda su validez y vigencia también en el día de hoy :


EVANGELIZACIÓN

  • Salida de Dios por la Encarnación
  • Anonadada o abajada en la imitación de vida de Jesús
  • Vivida y verificada en la Fraternidad Evangélica
  • Iluminada e irradiante, por y desde la Presencia eucarística
  • Portada, en el diálogo de la Visitación
  • Hacia los más abandonados..
  • Para ofrecerles el ser hijos de Dios..
  • hijitos míos, amaos unos a otros: es el precepto del Maestro y basta… los hijos del apóstol y de Jesús son todos los hombres: vosotros sois todos hermanos, tenéis un solo Padre, que está en los cielos. Que Jesús os guarde, queridos hermanos: que nuestra Madre común os lleve en brazos como llevó al Jesús niño” (introducción de Ion Etxezarreta Zubizarreta – obras espirituales)